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Aquí te contaremos todo lo que debes saber sobre los avales para vivienda. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Sin lugar a dudas, la compra de una vivienda no es un proceso sencillo, y se dificulta mucho más para los jóvenes. La realidad es que los precios en los principales núcleos urbanos se han mantenido o aumentado en algunos casos y los sueldos hacen que llegar a fin de mes resulte complicado. Es por esto que la posibilidad de ser propietario se va retrasando. Sin embargo, los avales para vivienda son una gran alternativa para los compradores.

Avales para viviendas ICO

El Gobierno ya estableció las condiciones de la nueva línea de avales que, por medio del Instituto de Crédito Oficial (ICO), serán destinados a jóvenes de hasta 35 años y familias con menores a su cargo. El objetivo de estos avales para viviendas es facilitarles el acceso a la compra. Se trata de medidas que brindan algo de esperanza ante un marcado atravesado por las subidas en los tipos de interés, ya que no se prevén bajadas hasta el segundo semestre del año, además del descenso en el número de hipotecas, ya que en el cuarto trimestre de 2023 se registró una caída interanual del -17,2% a comparación del mismo período del año anterior.

Si estás interesado en comprar un inmueble, te contamos cómo funcionan los avales para vivienda en general, y los detalles sobre los nuevos anunciados por el gobierno en particular.

Avales para vivienda: ¿De qué se trata?

Al momento de comprar una vivienda, la realidad es que acceder  a un préstamo hipotecario no es tan sencillo. En primer lugar debemos analizar el escenario, es decir, los tipos de interés, las hipotecas, los precios, entre otros. Para hacerlo, será necesario contar con ciertos conocimientos mínimos que te permitirán tomar una decisión informada para acceder a la mejor hipoteca.

Un punto fundamental que debemos tener en claro es que, generalmente, las entidades bancarias financian hasta un 80% del valor de la vivienda. Esto quiere decir que será necesario contar con el 20% restante. Además, debemos añadir un 10% extra que será destinado a los gastos hipotecarios. En otras palabras, debes tener ahorrado cerca de un 30% del valor total de la operación para acceder a un préstamo hipotecario.

Por otro lado, cuando hablamos de los avales para vivienda nos referimos a una garantía adicional que se presenta a la entidad bancaria para respaldar la hipoteca. En caso que el cliente no cuente con el capital suficiente, o bien, si no cumple con los requisitos, un avalista puede fortalecer la solicitud, ya que le dará mayor seguridad al banco.

Un avalista es una persona que se encargará de cubrir el pago de la hipoteca si el comprador principal no pueda hacerlo. Esto significa que, el avalista se compromete a pagar las obligaciones financieras si hay un caso de impago por parte del hipotecado. Sin lugar a dudas, el avalista debe tener solidez financiera y aceptar respaldar al solicitante principal.

Los avales ICO para comprar primera vivienda

Del mismo modo que sucede con los avales tradicionales, los avales ICO ofrecen más garantías a la entidad bancaria para obtener el préstamo hipotecario. Sin embargo, es importante dejar en claro que esto no significa que el Gobierno te prestará el dinero. Solo se trata de un respaldo a tu solvencia económica para aumentar la confianza de la entidad bancaria en tu compromiso de pago. Esto te servirá como herramienta para acceder a una financiación del 100%, de este modo, no tendrás que contar con el 20% ahorrado que no suelen facilitar los bancos.

Debemos mencionar que el lado negativo de las hipotecas con aval ICO es que serán más costosas. Esto se debe a que se estaría solicitando financiación por el 100% del valor de la vivienda, y los intereses se calculan en base al capital prestado. Esto significa que, las cuotas mensuales serían más elevadas que si se solicitara el 80% y se aportara el 20% restante con ahorros.

Las principales características de los avales del ICO

Los avales del ICO se concretan en una línea de 2500 millones de euros. Son ayudas destinadas a jóvenes menores de 35 años y familias con menores a su cargo. Con estos avales se busca facilitar el acceso a la vivienda de estos colectivos.

El mayor porcentaje que pueden alcanzar estos avales será del 20% del importe de la hipoteca. Sin embargo, el aval puede aumentar hasta un 25% en caso de que la calificación energética de la vivienda sea D o superior. La vivienda deberá ser destinada a residencia habitual, por lo menos, durante los diez años de plazo de validez del aval ICO.

En caso de que en ese tiempo se incurriera en impagos, el Estado respondería por el 20%. Una vez que haya pasado ese tiempo la garantía estatal quedará sin efecto. Esto significa que, si no se responde a las cuotas, será el hipotecado el que deba responder por el total de la deuda pendiente.

Requisitos para acceder a los avales

Se puede solicitar estos avales hasta el 31 de diciembre de 2025. Sin embargo, aún no se sabe cuáles son las entidades que colaborarán con estas medidas de ayuda. Se trata de un punto fundamental, ya que tendrás que solicitar esta ayuda en el banco que gestione tu préstamo hipotecario. Lo que sí sabemos son los requisitos de acceso:

  • Tener residencia en España ininterrumpida durante, mínimo, los dos años previos a la solicitud del aval.
  • Ser mayor de edad y menor de 35 años o tener hijos menores a cargo.
  • Los ingresos del solicitante no deben superar el límite de 37 800 euros (4,5 veces el IPREM) para personas individuales, o de 75 600 euros en caso de pareja. Para las familias con un hijo a cargo será de 78 120 euros (el límite aumenta en 0,3 veces el IPREM por cada menor a cargo). Si se trata de una familia monoparental los valores anteriores aumentan un 70%.
  • El patrimonio del solicitante no puede ser mayor a los 100 000 euros.
  • Quedarán excluidos aquellos que ya tengan una propiedad, excepto si se trata de herencias parciales, divorcio o inaccesibilidad de tu vivienda actual por discapacidad.
  • Deberás residir de forma habitual y permanente en la nueva vivienda durante al menos diez años. Hay algunas excepciones por circunstancias de fuerza mayor que exijan el cambio de vivienda, por ejemplo, una celebración de matrimonio, divorcio, traslado laboral, entre otras.

Algunos puntos importantes

Es importante saber que, acceder al aval del Gobierno aliviará la presión al pedir una hipoteca. No obstante, deberás contar con unos ahorros del 10% para hacer frente a los gastos de la compraventa y los impuestos vinculados a la operación.

Además, es importante recordar que los avales ICO podrán solicitarse en todo el territorio de España y, en ciertas zonas, es posible combinarlo con otras ayudas similares. Por ejemplo, comunidades como Madrid, Murcia, La Rioja o Baleares ya ofrecen avales y ayudas públicas en este sentido, si tu comunidad brinda un aval del 10% y solicitas también el del Gobierno, podrías acceder a una garantía del 30% teniendo más posibilidades de acceder a una hipoteca.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre los avales para vivienda que puedes conseguir. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Aquí te contaremos a quién se embarga primero cuando no pago la hipoteca, si al deudor o al avalista. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Sin lugar a dudas, en la actualidad es muy común que los bancos opten por solicitar un aval previo a conceder un préstamo hipotecario. No obstante, antes de ofrecerse a ser avalista, es fundamental tener en claro cuáles son las responsabilidades que esto implica. Por este motivo, aquí te contaremos qué ocurre cuando no pago la hipoteca, si en primer lugar se embargará al deudor o al avalista.

¿Qué es un aval?

En primer lugar, debemos dejar en claro qué es un aval. Se trata de aquella persona que asume la obligación de hacerse responsable de lo que otra persona se ha comprometido, en caso de que aquella no cumpla.

La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en su artículo 114 establece que el avalista está obligado solidariamente con el deudor principal incluso cuando la obligación que avala sea nula. Esto significa que, en principio no hay razón por la que el aval pueda no respaldar la deuda que se ha comprometido a garantizar.

De modo que, el avalista tendrá que abonar el dinero del deudor que no pago la hipoteca. Luego, puede hacer valer sus derechos por medio de la reclamación de las cantidades al deudor principal.

¿A quién se embarga primero si no pago la hipoteca?

Cuando el deudor no puede abonar el préstamo hipotecario, y se da inicio por ese motivo a un procedimiento de ejecución. En este caso, lo primero que se ejecutará son los bienes del propio deudor. Esto se debe a que la responsabilidad del avalista es subsidiaria respecto al deudor, en otras palabras, únicamente se embargará su patrimonio en caso de que no haya bienes del propio deudor contra los cuales sea posible realizar la ejecución. También, cuando los bienes del deudor no sean suficientes para cubrir la deuda, se optará por ejecutar los bienes del avalista hasta saldar la deuda.

El principal objetivo de las entidades bancarias al solicitar un avalista es asegurar la garantía del acreedor para poder cobrar su crédito. Esto quiere decir que, en caso de no poder hacerlo por medio de la ejecución de los bienes del deudor, puede hacerlo a través de los bienes del avalista.

¿Qué bienes se le pueden embargar a un avalista?

En primer lugar, cuando se lleva a cabo la ejecución, es posible pactar con el propio ejecutado cuáles son los bienes que serán embargados. Si esto no sucede, los bienes que se le pueden embargar al avalista son los que establece el artículo 592 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Se podrán embargar en el orden que figuran a continuación:

  • Cuentas corrientes de todo tipo o dinero.
  • Créditos y derechos realizables en el acto o a corto plazo, y títulos, valores u otros instrumentos financieros admitidos a negociación en un mercado secundario oficial de valores.
  • Objetos de arte y joyas.
  • Rentas en dinero, sin importar cuál sea su origen y la razón de su devengo.
  • Intereses, rentas y frutos de todo tipo.
  • Bienes muebles o semovientes, acciones, títulos o valores no admitidos a cotización oficial y participaciones sociales.
  • Bienes inmuebles.
  • Sueldos, salarios, pensiones e ingresos procedentes de actividades profesionales y mercantiles autónomas.
  • Créditos, derechos y valores realizables a medio y largo plazo.
  • Si así se lo desea, considerando todas las circunstancias, también existe la posibilidad de embargar empresas.

Por otro lado, si se trata de salarios, sueldos o pensiones, entre otros conceptos parecidos, debemos aclarar que no se podrá embargar por debajo del salario mínimo interprofesional. Por encima de esa cantidad, será posible despachar ejecución, eso sí, se deberán aplicar los límites establecidos en el artículo 607 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

¿El avalista puede reclamar al deudor en caso de ser embargado?

Ya tenemos en claro que el avalista podrá ser embargado, únicamente, si no se pueden embargar bienes del deudor principal, o bien, si no resultan suficientes para cubrir la deuda. Es por este motivo que, antes de tomar la decisión de firmar un aval, es fundamental constituir un contra aval o contragarantía ante notario. Se trata de un documento por medio del cual el deudor se compromete a indemnizar al avalista si se llega al caso de que se ejecute el aval.

Solo en este caso, el avalista tendrá la posibilidad de reclamar al deudor que no pagó la hipoteca. Si no se cuenta con este documento, el avalista no tendrá ningún tipo de vía legal para reclamar al deudor.

También, es posible hacerse avalista pero solo de una parte de la deuda, por ejemplo, del 40%. Esto hará que el avalista no deba cargar con deudas demasiado grandes que pueden arruinar su situación económica.

Otra situación diferente, pero que también es una alternativa, implica que el avalista pueda demostrar que el deudor sí contaba con bienes con los que responder, que los ha ocultado, o bien, se ha deshecho de ellos. En este caso, es posible que estemos hablando de un acto delictivo, por lo que lo que, en esta situación, se recurriría a la vía penal.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre a quién embargan primero si no pago la hipoteca. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Se acerca el fin de año y la demanda de viviendas para alquilar no se detiene, pero cada vez son menos las opciones disponibles en el mercado. Una de las causas por las que sucede esta cuestión es por los aumentos de impagos del alquiler, por lo que es necesario contar con aval de alquiler en caso de no poder abonar la mensualidad. Descubre todo sobre este tema, en el siguiente post.

La crisis económica por la que atraviesa el país, producto de la guerra que mantiene Rusia contra Ucrania ha desestabilizado a muchos sectores y uno de los más castigados es el de los arrendatarios. El precio de los alquileres es muy alto, incluso en zonas que no se encuentran en las principales ciudades, al mismo tiempo que escasea la oferta.

Los empleos no suelen ser estables y las posibilidades de arrendar piso son muy lejanas, para un sinfín de interesados. Particularmente, esto se debe a los requisitos que se requieren a la hora de un arrendamiento, como lo es conocer la capacidad adquisitiva del posible inquilino, así como también, contar con los últimos recibos de sueldo.

Los arrendatarios deben cumplir con su obligación de pagar la renta, pero en caso de que se origine algún impedimento, se debe contar con un aval de alquiler en caso de no poder abonar la mensualidad. Este es el mecanismo adecuado para que el propietario cuente con la renta todos los meses y no se produzcan los impagos del alquiler. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué es importante el aval de alquiler?

Se ha producido un aumento de casas vacías en los últimos años y esto se debe a que los propietarios, no encuentran las mismas rentabilidades para este negocio. Invertir en un piso de alquiler puede generar pérdidas, ya que los altos precios de los alquileres a veces se tornan imposibles de ser pagados por los arrendatarios.

Además, el temor a la okupación hace que disminuyan los interesados en alquilar sus pisos, por eso es necesario contar con la certeza de una garantía ante un posible impago de alquiler. Esto no quiere decir que todos los inquilinos se retrasen con la renta, pero se debe evitar que suceda esta circunstancia, de todas las maneras posibles.

Si bien no es obligatorio en España, algunos propietarios solicitan un aval de alquiler a los inquilinos como respaldo, en caso de incumplimiento del contrato de arrendamiento. Hoy en día existen varios tipos de avales para garantizar la renta sin interrupciones de los caseros. Conoce de cuáles se trata, a continuación.

¿Qué tipo de avales puede necesitar un inquilino?

Los avales sirven para ayudar a los inquilinos que se encuentran en una situación económica delicada, a cumplir con la renta de su alquiler. La contratación la realiza el arrendatario, porque es su seguro ante cualquier problema con el arrendador y el aval de alquiler se convierte en la solución ideal para continuar con el arrendamiento.

Por un lado, se encuentra el aval personal y por el otro, el aval bancario y las funciones que desarrolla cada uno, difiere radicalmente. En el caso del primero, se trata de una persona física que toma la responsabilidad de responder con sus bienes, si el inquilino no puede cumplir con el pago de una mensualidad de renta.

El aval bancario, presenta otro tipo de respaldo ya que se realiza desde una entidad financiera, pero implica un coste adicional para el inquilino. Por lo tanto, para acceder a esta posibilidad, el arrendatario deberá invertir en este servicio con el fin de evitar inconvenientes con el dueño de la vivienda de alquiler.

¿Los avales son muy utilizados?

Los propietarios piden una fianza con el objetivo de que se cubran las posibles roturas o inconvenientes provocados, por un inquilino en la propiedad alquilada. Si no se produce ningún incidente, el casero deberá entregar ese dinero al arrendatario una vez terminado el contrato de arrendamiento.

El valor de la fianza, corresponde a una mensualidad de renta y en algunos casos, se solicita una garantía adicional de un mes más. De esta manera, se podría solucionar cualquier tipo de impago de alquiler, con el equivalente a dos meses de renta y no sería necesario contar con un aval.

Sin embargo, no todos los propietarios solicitan fianzas adicionales a la hora de colocar un piso para arrendar, lo que significa que contar con un aval de alquiler puede ser muy beneficioso. No obstante, los avales no suelen ser tan utilizados porque las garantías adicionales cubren la dificultad financiera de los inquilinos.

¿Cómo se lleva a cabo un aval de alquiler?

Si ha llegado el día del pago mensual y el inquilino indica que no puede hacer frente a los costes, debe responder a través de un aval de alquiler para evitar un desahucio. En caso de que el avalista sea una persona de confianza del arrendatario, no habrá inconvenientes para que la deuda con el propietario sea saldada.

Lo primero que hará el casero es decirle al inquilino sobre la deuda, si éste no cuenta con el dinero necesario a mediados del mes, se deberá llamar al avalista. Éste, se compromete a pagar lo adeudado y una vez que se recupere el inquilino, deberá pagar la deuda al avalista.

En cambio, si el aval es bancario la deuda no debe ser muy alta, porque se necesita responder con rapidez a las instituciones bancarias. Incluso, puede traer más consecuencias que soluciones, los avalistas ayudan con problemas en el corto plazo. Por eso es importante, informar de manera adecuada la capacidad adquisitiva con la que se cuenta y si llega a ocurrir una situación inesperada, la ayuda de un aval de alquiler puede ser la solución.

¿Tienes alguna inquietud sobre el tema? ¡Comunícate con Oi Real Estate!

Luego de leer este artículo, nos interesaría conocer si tienes alguna inquietud al respecto o cuál es tu opinión sobre este tema. Si quieres compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” que se encuentra debajo de la publicación.

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Aquí te contaremos de qué manera funciona el aval de una hipoteca y si es necesario abonar por él. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

El avalista es una figura que puede ayudar a un usuario a acceder a una financiación que supere el 80% en su préstamo hipotecario. Sin embargo, la realidad es que implica ciertos riesgos.

Al momento de solicitar un préstamo hipotecario, para que el banco nos permita acceder a la financiación debemos cumplir con una serie de requisitos. Entre los más comunes se encuentran los siguientes: contar con un trabajo estable, que no se destine más del 30% de los ingresos al pago mensual de las cuotas del préstamo hipotecario, tener un historial crediticio limpio y, en algunos casos, puede solicitar un aval bancario o personal. Por este motivo, te contaremos de qué modo funciona un aval personal.

Aval de la hipoteca: ¿En qué consiste un aval personal?

El aval personal es una figura que actúa como garantía ante la entidad bancaria. Dicho de otra forma, la persona que acepta ser avalista de un préstamo se compromete a hacerse cargo de la deuda en caso de que el futuro propietario no pueda abonar las cuotas mensuales de la hipoteca.

Este aval puede tener la misma duración que el tiempo de vida de la hipoteca, sin embargo, en muchos casos cuenta con una fecha de caducidad. El motivo es simple, una vez pasado un periodo de tiempo, la entidad bancaria considera que el titular ha demostrado que no tendrá mayores inconvenientes para terminar de pagar la deuda.

Si la entidad bancaria presta más del 80% del importe de la vivienda, lo más habitual es que solicite un aval personal. Esto se debe a que, al considerar que se trata de una operación de riesgo, por medio del aval se asegura de que el dinero le será devuelto.

¿En qué casos se solicita un aval para la hipoteca?

Es necesario aclara que no se trata de una figura que se requiera en todos los préstamos hipotecarios. La solicitud de un aval en la hipoteca dependerá de la financiación que brinde la entidad bancaria y, también, del perfil del cliente que la solicita. Por ejemplo, en caso de que el dinero que prestará el banco vaya a superar el 80% del importe de la vivienda, lo más probable es que el banco requiera un aval para la hipoteca. De este modo, contará con un respaldo para asegurarse de que el dinero prestado le va será devuelto a pesar de que el propietario no logre abonar las mensualidades.

Por otro lado, el perfil del solicitante también puede influir. Por ejemplo, es habitual que se solicite un aval a los más jóvenes, ya que el banco considera que no se trata de personas que cuenten con estabilidad económica. Incluso, hay bancos que brindan hipotecas al 95% para los jóvenes menores de 35 años, para acceder a ellas deben contar con un aval.

¿Cuánto cuesta solicitar un aval para hipoteca?

Las entidades bancarias no se encargan, únicamente, de analizar el perfil del solicitante también, analizarán el perfil de aquellas personas que van ser aval de la hipoteca. Se trata de algo lógico, ya que el avalista será quien haga frente a la deuda si el hipotecado informa que no puede continuar pagando el préstamo hipotecario. En otras palabras, a pesar de que una persona pueda pensar en añadir un aval para acceder a una mayor financiación, tendrá que analizar si podrá hacer frente a los costes.

Entonces, es muy importante tener en claro que solicitar un aval implica una serie de costes. Estos pueden ser los que se producen al momento de llevar a cabo el estudio al avalista y una vez que se formaliza la existencia de dicha figura en el préstamo hipotecario.

Contar con un aval para la hipoteca es una muy buena idea, sin embargo, resulta fundamental evaluar previamente cuáles son los riesgos que implica. Recuerda que el avalista puede acabar haciendo frente a la deuda del hipotecado, cargando con el peso de abonar cada una de las cuotas de la hipoteca hasta que termine. En otras palabras, si estás buscando contar con un avalista debes elegir con mucho cuidado a la persona que va a firmar el compromiso de respaldar el préstamo hipotecario por medio de esta vía.

El Gobierno anunció un aval del ICO: ¿Funciona de la misma manera?

El Gobierno dio a conocer una medida por medio de la cual el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avala el préstamo hipotecario de menores de 35 años y familias vulnerables.

De este modo, les permitirán a estas personas acceder a hipotecas del 100%, sin tener que aportar una entrada, no obstante, sí que deberán asumir ciertos costes. El propietario tendrá que abonar los gastos de compraventa y gestión del préstamo hipotecario, generalmente, se trata de, aproximadamente, un 10% del precio de la vivienda. Entonces, aquellos jóvenes que soliciten el aval del ICO deberán contar con unos ahorros mínimos.

La letra pequeña de esta ayuda a los más jóvenes

La realidad es que, al afrontar una deuda del 100% la cuota hipotecaria que deberán abonar por mes estas personas será más elevada. Si la entidad bancaria, en lugar de ofrecer una financiación del 80% del precio de la vivienda en cuestión, ofrece una financiación del 100%, la cuota que tendrá que abonar el hipotecado cada mes subirá. Esto significa que, también lo hará su riesgo de endeudamiento, lo que podría llegar a ocasionar una nueva burbuja inmobiliaria.

Sin embargo, todavía el ICO no hizo público de qué manera se podrá solicitar este aval para adquirir una vivienda.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre cómo funciona el aval de una hipoteca. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Cada vez son más los casos que llegan a Asufin que podrían asumir la hipoteca con alguna de las medidas, sin embargo, el banco les dice que tendrá que ser su aval el que se encargue de la situación. En resumen, las hipotecas con aval no podrían acceder a las ayudas del Código de Buenas Prácticas temporal.

¿Qué es Asufin?

En primer lugar debemos aclarar qué es Asufin, se trata de la “Asociación de Usuarios Financieros”.

Esta asociación de usuarios financieros fue fundada en julio 2009. Su principal objetivo es informar, formar y defender a todos los usuarios financieros. Es una asociación compuesta por consumidores bancarios. Buscan el modo de mejorar la educación financiera y proteger a los consumidores influyendo en las normativas españolas y europeas.

La denuncia de Asufin

Asufin ha denunciado que las hipotecas con aval se encuentran fuera, de manera automática, del Código de Buenas Prácticas. El objetivo de estas ayudas es reducir el impacto generado por la subida de tipos en los deudores hipotecarios que se encuentran en riesgo de vulnerabilidad. Debido a la falta de posibilidades de las hipotecas con aval, Asufin solicita a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que revise el código para poder incluir a este tipo de préstamos hipotecarios.

Incluso, la asociación indica, por medio de un comunicado, que la existencia de avalista en una gran parte de los préstamos hipotecarios podría estar detrás del bajo impacto que han tenido las medidas de alivio, del que ha advertido el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera.

En resumen, Asufin asegura que, para aplicar las medidas de alivio, el código establece que debe tratarse de un crédito o préstamo que no cuente con otras garantías, entre ellas, el aval personal de algún familiar. Esto significa que, dicha garantía ejerce un efecto perverso,ya que impide el acceso a una medida que fue diseñada para reducir de manera coyuntural el impacto de la subida del Euríbor en una hipoteca concreta.

La asociación además señala que el hecho de excluir a las hipotecas con aval genera un «doble tensionamiento», tanto del titular del préstamo hipotecario como el del que lo avala. Patricia Suárez, presidenta de la asociación asegura queson cada vez más los casos que reciben que podrían asumir el préstamo hipotecario con alguna de las medidas, pero que las entidades bancarias les indican que deberá ser su aval el que se ocupe de la situación.

El nuevo Código de Buenas Prácticas temporal

Para ponernos en contexto es necesario hablar sobre el nuevo Código de Buenas Prácticas. Por medio del Código de Buenas Prácticas bancarias se aplican medidas cuyo objetivo es reestructurar la deuda hipotecaria. Si las primeras medidas aplicadas no resultan suficientes, es posible acceder al ofrecimiento de una quita de parte de la deuda. En caso de que estas últimas tampoco sean suficientes, se puede plantear una dación en pago por medio de la entrega de la vivienda sobre la que está constituida la hipoteca.

De este modo, hay una serie de medidas previas a la dación en pago que se pueden aplicar, por ejemplo, la carencia de capital o intereses y la ampliación del plazo del préstamo.

El pasado 24 de noviembre de 2022 entró en vigor un nuevo Código de Buenas Prácticas. Se trata de un código temporal, cuenta con una duración de dos años. El objetivo de este nuevo Código de Buenas Prácticas es reducir los efectos negativos generados por la situación financiera que deriva de los aumentos de los tipos de interés. La guerra de Rusia en Ucrania ha desatado un aumento brusco de los costes energéticos y de alimentación para los hogares que, debido a su efecto en la inflación y la reacción que este ha generado en la política monetaria, está ocasionando un aumento importante de la carga financiera de aquellos que cuentan con hipotecas a tipo variable. El Estado desplegó una serie de medidas para paliar los efectos de esta situación y proteger la economía de los hogares, para lo que ha contado con la colaboración fundamental del sector financiero.

¿Cuáles son los requisitos para acogerse al nuevo Código de Buenas Prácticas?

Si quieres acceder al nuevo Código de Buenas Prácticas tu hipoteca deberá cumplir con ciertos requisitos:

  • Debe haberse constituido previo al 31 de diciembre de 2022.
  • El precio de compra de la vivienda habitual no debe ser mayor a los 300 000 euros.
  • La carga hipotecaria debe representar, mínimo, un 30% de la renta, entre otros requisitos.

La mayoría de los bancos están adheridos al Código de Buenas Prácticas. Sin embargo, esto no implica que deban aplicar ciertas soluciones de manera obligatoria y directa.

Es importante tener en claro que, en muchos casos, llegar a la vía judicial no es la manera ideal de solucionar los conflictos. Esperar a que el banco nos presente una demanda de ejecución hipotecaria, sin lugar a dudas, no es la mejor opción.

Lo ideal es actuar lo antes posible. Esto significa, apenas se detecta el problema y se tienen dificultades actuales o cercanas para el pago de las deudas. De ese modo, evitaremos que el endeudamiento aumente y tendremos más facilidades para llegar a algún acuerdo que nos brinde la posibilidad de liquidar la deuda pendiente.

¿Qué opina Asufin sobre las consideraciones del Banco de España?

Por otro lado, Asufin también ha expresado su preocupación con respecto a las consideraciones del Banco de España. El BdE ha afirmado que el acceso a estas medidas de alivio implica una menor calidad crediticia de los deudores, de modo que verán limitada la concesión de nuevo crédito.

Desde Asufin aseguran que no pueden permitir que esta parte de los hipotecados vea obstaculizado su acceso al canal convencional (y supervisado) del crédito. Además, se debe evitar que se expongan a alternativas bastante más peligrosas de prestamistas o productos inadecuados, por ejemplo, créditos fáciles y rápidos.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre la denuncia de Asufin sobre la imposibilidad de las hipotecas con aval para acceder a las ayudas del Código de Buenas Prácticas. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Si eres avalista de una hipoteca y el hipotecado ha dejado de abonar las cuotas este artículo es para ti. Te contaremos cuáles son tus opciones ante esta situación. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

¿Qué significa ser el avalista de una hipoteca?

En primer lugar, debemos dejar en claro qué implica ser avalista de una hipoteca. El avalista es aquella persona que sirve de garantía a la entidad bancaria. Es decir, si el deudor no pueda abonar su deuda el avalista deberá hacerse cargo de ella. En otras palabras, cuando firmas como avalista de una hipoteca, la deuda que el avalado tiene con el banco pasa de manera directa al garante con las mismas condiciones y cantidades.

En resumen, ante un caso de impago el avalista se vuelve responsable de la deuda, y, en primer lugar, deberá afrontar esa deuda como si la hubiera firmado él.

El avalista debe responder con todo su patrimonio presente y futuro, esto significa que sus obligaciones se transmiten a sus herederos. Por ende, cuando alguien decide firmar como avalista de un préstamo hipotecario, expone sus ingresos, su patrimonio actual y el que pueda llegar a obtener en un futuro.

El banco no solicita un avalista en todas las solicitudes de hipotecas o créditos. Por lo general, primero se encarga de evaluar el patrimonio del solicitante. La primera garantía que se exige es la hipotecaria, sin embargo, si considera que no es suficiente o si tiene dudas sobre el perfil de pagador del deudor, la entidad solicitará un avalista.

¿Cuáles son las obligaciones del avalista si el deudor no paga?

El avalista es el respaldo del deudor, es decir, debe responder ante la entidad bancaria si el dueño de la deuda no paga. Entonces, si el deudor no abona, el banco reclamará al avalista el pago de la cantidad adeudada o bien, el de la totalidad del préstamo si están dadas las condiciones. El avalista debe asumir la deuda, ya que a eso se comprometió al presentarse como aval.

Uno de los problemas de ser avalista es que al momento de solicitar financiación figura la condición de garante en el registro de riesgos del Banco de España, CIRBE. El hecho de figurar en este registro limita la solvencia para las entidades bancarias.

Otro punto que debe ser considerado al momento de ser avalista es que la responsabilidad sobre la deuda continúa vigente aun en caso de fallecimiento. Es decir, los herederos recibirán esa deuda y tendrán que hacerse cargo.

¿Es posible que el avalista le reclame el pago al deudor?

La respuesta es sí, el avalista que se vio obligado a abonar la deuda avalada, cuenta con el derecho a reclamar lo pagado al deudor. La acción de reembolso ante el deudor tiene base en el artículo 1838 del Código Civil, que establece lo siguiente:

  • El fiador que paga por el deudor debe ser indemnizado por éste. La indemnización comprende:
  • La totalidad de la deuda.
  • Los intereses legales de ella a partir de que se haya hecho saber el pago al deudor, a pesar de que no los produjese para el acreedor.
  • Los gastos ocasionados al fiador luego de poner éste en conocimiento del deudor que ha sido requerido para el pago.
  • Los daños y perjuicios, cuando procedan.

La disposición de este artículo tiene lugar a pesar de que la fianza se haya dado ignorándolo el deudor.

En este artículo se estable que, a pesar de que se canceló la deuda con el acreedor debido a que el avalista la pagó, el deudor contrae una nueva deuda con su avalista.

En primer lugar, se procede a negociar con el deudor y establecer condiciones para el reembolso de lo pagado. Sin embargo, en caso de no llegar a un acuerdo, se dará inicio a una demanda legal al amparo del artículo 1838 del Código Civil.

¿Qué opciones tiene un avalista para su defensa a la hora de firmar?

Actualmente, las personas ya no quieren convertirse en avalistas. Es muy común que las personas se endeuden y después no paguen, de modo que el fiador debe ocuparse.

No obstante, existen situaciones que comprometen y ante las que es difícil decir que no. Por ejemplo, un padre con sus hijos, o un amigo que responde por otro.

La realidad es que hay ciertas acciones que brindan la posibilidad de reducir los riesgos y brindan protección al avalista.

Contra aval o contragarantía

Cuando hablamos de contragarantía o contra aval nos referimos a un documento que se firma ante notario. Allí se establece que si el avalista deba abonar la deuda, tendrá la posibilidad de reclamar al deudor el reembolso. Es principalmente útil cuando el deudor y el avalista no cuentan con una relación estrecha.

Así como el contrato de aval vincula al avalista y a la entidad bancaria, con el contra aval se regula la relación jurídica entre avalista y deudor.

Avalar solo una parte de la deuda

Si se establece un acuerdo con la entidad bancaria, es posible avalar solo una parte de la deuda y no la totalidad de la misma. De este modo, en caso de impago, será menos lo que se deba abonar.

La demanda judicial

Se trata de una acción de gran utilidad cuando el deudor cuenta con la capacidad económica para responder por su deuda y no lo hace. El avalista tiene la posibilidad de iniciar una demanda para demostrar la mala fe del deudor, con el objetivo de evadir el pago y para que el fiador se ocupe de su deuda.

Por otro lado, a pesar de que no se haya firmado contra aval, el avalista tiene la posibilidad de presentar ante el juez la solicitud de reclamo de reembolso de lo abonado por la deuda.

Eliminar las deudas como avalista

A partir del año 2015, un avalista tiene la posibilidad de eliminar su responsabilidad con las deudas por medio de la Ley de la Segunda Oportunidad. Dicha ley brinda la posibilidad de eliminar las deudas cuando no podemos hacer frente al pago, para esto, será necesario demostrar nuestra insolvencia ante la justicia.

Una vez justificado que no tenemos la posibilidad de abonar las deudas pendientes y hemos atravesado todo el proceso legal, el juez nos puede perdonar hasta el 100% de las deudas. De esta manera, el avalista ya no debe responder ante esta deuda ni la entidad bancaria podrá volver a reclamarla.

Anular el aval: ¿Es posible?

Si bien no se trata de un trámite sencillo, existe la posibilidad de quitar el aval de un préstamo hipotecario. Para que esto suceda, será necesario dar inicio a un procedimiento judicial. El juez deberá decidir si el aval se colocó respetando todos los derechos.

Para esto, se deberá presentar un procedimiento judicial de nulidad de la cláusula de aval. Este trámite puede tardar aproximadamente entre ocho y doce meses. Si el tribunal emite una sentencia favorable, el avalista queda libre de la deuda para siempre.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre las posibilidades del avalista de una hipoteca ante un caso de impago. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Es fundamental informarse para saber qué significan los diferentes términos que nos encontramos al ingresar en el mundo de las hipotecas. Es por eso que en el siguiente artículo te contaremos todo lo que debes saber sobre la figura del deudor hipotecario.

Poder distinguir entre las diferentes figuras en un préstamo hipotecario es un punto muy importante. Ya que, al comenzar con la búsqueda de una hipoteca, nos encontraremos con una gran variedad de términos que no conocemos. Saber detalladamente de qué se tratan es fundamental para que logres elegir la mejor hipoteca sin que haya malentendidos. Entre las figuras de un préstamo hipotecario hay una muy de gran importancia para ti, se trata del deudor hipotecario. Aquí te contaremos quién es.

Deudor hipotecario: ¿De qué se trata?

Cuando hablamos de la figura del deudor nos referimos a la persona que contrae una deuda. Esto significa que, la definición más formal de deudor hipotecario es la de una persona que tiene la obligación de cumplir con el deber constituido en el préstamo hipotecario. Dicho de otra forma, se trata de la persona que aparece en el préstamo como deudor y que tiene la obligación de pago de la hipoteca. Esta figura también puede aparecer con el nombre de deudor hipotecante.

En una hipoteca, el deudor hipotecario tiene la obligación de pago. Dicha obligación recae en última instancia sobre la vivienda, que es la que actúa como aval de la hipoteca. Sin embargo, esto no significa que tienes la posibilidad de dejar de pagar el préstamo hipotecario sin inconvenientes. Por ejemplo, en ese caso se llevaría a cabo la garantía hipotecaria y te quedarías sin la vivienda.

¿Quiénes pueden ser un deudor hipotecario?

Cualquier persona tiene la posibilidad de ser deudor de una hipoteca, solo deberá cumplir con algunos requisitos para que el banco le permita acceder a un préstamo hipotecario. Para convertirte en un deudor hipotecario únicamente será necesario contratar un préstamo hipotecario a tu nombre y ser quien debe hacerse responsable de la devolución del dinero de la hipoteca.

Esto incluye tanto a personas con nacionalidad española como de cualquier otro país. Es para estos casos que hay hipotecas para no residentes.

En cualquier caso, que tengas la posibilidad de solicitar una hipoteca no quiere decir que debas tomarlo a la ligera. Aquí te explicaremos por qué.

¿Cuáles son los deberes y derechos de un deudor hipotecario?

La figura del deudor hipotecario trae consigo una serie de deberes. En primer lugar, debe encargarse de abonar el préstamo hipotecario y tendrá que hacerlo en las condiciones que estipule el contrato que haya firmado. Por este motivo es fundamental tener claros los elementos que forman un préstamo hipotecario y cuáles son las cláusulas más comunes.

Por otro lado, también contará con una serie de derechos que se encuentran recogidos en la Ley Hipotecaria y diferentes decretos como el Real Decreto Ley 1/2017. Dichos derechos fueron mejorando la protección de los consumidores en materia de cláusulas suelo y otro tipo de cláusulas que resultaban abusivas.

Con respecto a esto, la ley se encarga, fundamentalmente, de proteger a las personas más vulnerables. A esto también se suman ciertos mecanismos, por ejemplo, el Código de Buenas Prácticas. La adhesión a él es voluntaria, y allí figuran entidades como UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios).

Este código reúne diferentes soluciones, entre ellas se encuentran la reestructuración de la deuda, la dación en pago o alquileres asequibles para el deudor hipotecario que se encuentra en una situación de vulnerabilidad.

¿De qué se trata la figura del hipotecante no deudor? ¿Cuál es su responsabilidad con el acreedor?

Podemos encontrar otra figura adicional en un préstamo hipotecario que también es importante conocer. Nos referimos al hipotecario o hipotecante no deudor.

La figura del hipotecante no deudor aparece cuando en un préstamo hay una persona que pone su hipoteca como garantía de la deuda, sin embargo, no es deudor dentro de la hipoteca.

Un ejemplo para comprenderlo mejor, si unos padres aportan su casa como garantía para la hipoteca de su hijo, pero no son deudores, ocuparían la figura del hipotecante no deudor.

¿Cuál es la diferencia entre un aval o un avalista y un hipotecante no deudor?

La realidad es que se trata de figuras distintas que deben cumplir con responsabilidades diferentes, sin embargo, es muy habitual que las personas las confundan. El hipotecante con deudor, a diferencia del avalista, no debe poner en riesgo todo su patrimonio como garantía.

Si se da un caso de impago por parte del hipotecante deudor, el no deudor únicamente deberá responder con los bienes que aparezcan en el contrario. Para que se comprenda mejor, la entidad financiera tendrá la posibilidad de reclamar que abone con la vivienda o con el bien que haya puesto como garantía, sin embargo, no podrá reclamar nada más.

Por otro lado, el avalista sí debe aportar una garantía personal y tendrá que responder a la deuda con todo su patrimonio.

La figura del hipotecante no deudor es muy común en las hipotecas que cuentan con doble garantía. En estos casos, se utiliza la segunda vivienda como una garantía extra. Aquí va un ejemplo para comprenderlo mejor, se puede utilizar para conseguir una mayor cantidad de dinero de préstamo. Es necesario tener en claro que, en la mayoría de los casos esta garantía sobre la segunda vivienda no será por el 100% de la misma, se trata de un porcentaje.

Tener en claro cuál es tu papel como deudor hipotecario al momento de firmar la hipoteca te ayudará a tomar mejores decisiones y elegir el préstamo hipotecario que mejor se adapte a ti.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre la figura del deudor hipotecario. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Desde Oi Real Estate queremos contarte todo lo que debes saber sobre el aval hipotecario. Si te solicitaron ser avalista de un préstamo, pero no sabes cuál es su función y los requisitos a cumplir, este artículo es para ti. Continúa leyendo para saber cuál es el compromiso que estarás adquiriendo. ¡Pon atención y toma nota!

¿En qué consiste ser aval hipotecario?

Un aval es una persona o entidad que se ofrece como garantía de pago en caso de que el titular de un préstamo no llegue a liquidar su deuda. Por lo general, es solicitado por la institución financiera en donde se otorgará el financiamiento.

Si desconoces qué significa ser aval de un crédito hipotecario, debes saber que al aceptar ser avalista pasarás a adquirir la deuda del titular y tendrás la obligación de pagarla.

Antes de aceptar la responsabilidad, debes averiguar si la persona en cuestión tiene estabilidad económica para comprar una vivienda y solventar el préstamo. No pongas en riesgo tu patrimonio si no le tienes la suficiente confianza. Infórmate sobre las obligaciones que tiene un avalista y evítate problemas a futuro.

¿Qué es un aval hipotecario según El Banco de España?

El Banco de España define al aval como “una forma de garantizar o asegurar el cumplimiento de obligaciones económicas. Quien avala (el avalista) se declara dispuesto a hacer frente a los compromisos del avalado (por lo general, el pago de una determinada cantidad de dinero) frente a una tercera persona o empresa (el beneficiario del aval) en caso de que el avalado no lo haga. En otras palabras, el aval es una garantía que nos obliga a cumplir o pagar por un tercero en el caso de que éste no lo haga.

Hace algunos años era una figura muy común al momento de contratar una hipoteca. No obstante, la crisis generó un antes y un después en su utilidad. Actualmente, las entidades bancarias dan mayor importancia a la capacidad real de pago de los clientes que quieran contratar un préstamo hipotecario. Por tanto, el aval no suple las dificultades que pueda tener un hipotecado para cumplir sus compromisos y no sirve de nada si el cliente no puede pagar.

Requisitos para ser aval de un crédito hipotecario

Para avalar un préstamo, se exige la misma capacidad de pago que a quien se le concede el dinero. Esto implica una serie de requisitos que te detallaremos aquí:

  • Tener solvencia económica

Para ser aval de un crédito hipotecario es fundamental contar con suficiente solvencia económica, en caso de que tu avalado no pague su préstamo y tengas que hacerte cargo de su deuda.

Deberás entregar a la entidad financiera un comprobante de tu nómina, pensión o cualquier otra fuente de ingreso que sea comprobable.

  • No contar con deudas pendientes

La institución financiera aceptará la figura del avalista si tiene el historial crediticio limpio, no posee deudas hipotecarias y carece de deudas pendientes por préstamos bancarios o departamentales.

La figura del avalista debe mantener una economía estable durante el periodo del contrato por si se presenta un incumplimiento por parte del titular.

  • Contar con bienes sin hipotecar

Para ser aval hipotecario es conveniente que cuentes con inmuebles sin hipotecar y ya estén pagados. De esta forma, si el titular de la hipoteca decide no terminar de pagar el financiamiento, tu bien quedará como garantía adicional y la deuda se cubrirá con tu patrimonio.

  • Ingresos estables

Además, se debe garantizar que el aval cuenta con ingresos estables y no presenta deudas gravosas.

Los ingresos estables se pueden asegurar si tienes un empleo con un contrato indefinido, si eres jubilado o pensionado, o bien, si eres dueño de un negocio.

¿Qué debe contener un aval?

El aval es un contrato privado cuyas características se establecerán en dicho contrato, que debe contener, entre otros puntos:

  • Identificación tanto del avalista como del avalado y el beneficiario del aval.
  • Concreción de la obligación garantizada.
  • Plazo de duración y la exigibilidad de la garantía.
  • Requisitos para que el beneficiario pueda ejecutar el aval o exigir su cumplimiento.
  • Condiciones para la cancelación en caso de que no haya fecha concreta de finalización.
  • Comisiones y gastos a pagar por el avalado.

¿A qué te comprometes siendo avalista de un préstamo?

Tanto en una hipoteca con aval, como en cualquier otro tipo de préstamo, el avalista deberá responder con todos sus bienes presentes y futuros hasta lograr saldar la deuda pendiente, se se da un caso de impago por parte del titular.

No obstante, para llegar a esta situación, se requiere un proceso en el que, en primer lugar, tendrá que quedar demostrada la capacidad de pago del titular del préstamo hipotecario (o de cualquier otro tipo), tanto con su sueldo o ingresos como con su patrimonio. Es entonces cuando el avalista debe pasar a hacerse cargo del pago de las cuotas mensuales del préstamo, y también, de los intereses de demora que probablemente se hayan generado por el retraso en el pago por parte del titular.

En otras palabras, recaerán en el avalista las mismas obligaciones de pago y consecuencias legales en caso de impago. Se puede dar el caso de embargo del sueldo, o bien, de los bienes inmuebles del avalista. No obstante, es importante aclarar que este extremo es poco frecuente.

Maneras de avalar un préstamo

Hay distintas maneras de avalar un préstamo. Algunas de ellas, únicamente contemplan una responsabilidad parcial de pago. De este modo, se limita la cantidad de dinero que tendrá que devolver el avalista llegado el caso, una cantidad que no sería la totalidad de la deuda de la hipoteca con aval.

Más allá de la responsabilidad de pago, el avalista tendrá que considerar que esa deuda, si bien no es suya, le hará figurar en la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). Esta base de datos se encarga de registrar los préstamos, créditos y avales que las distintas entidades de crédito mantienen con sus clientes. Es fundamental aclarar que, el CIRBE no es lo mismo que las listas de morosos, son dos cosas totalmente diferentes. Por ende, al figurar como avalistas, se reduce nuestra capacidad de obtener para nosotros mismos un préstamo o crédito, ya que pesa sobre nosotros la posibilidad de tener que hacer frente al pago de otra deuda.

Ahora que ya sabes lo que implica ser aval hipotecario, si cumples con los requerimientos será más simple que la entidad bancaria apruebe la figura del aval de un préstamo hipotecario. Si decides ser aval es fundamental que estés informado sobre la deuda del titular. Conocer si está al corriente de sus pagos y saber su situación económica. Es importante mantenerte al pendiente del préstamo para que no tengas problemas legales ocasionados por un crédito moroso.

¿Cuándo es necesario tener un aval?

No hay una única situación en la que sea necesario contar con un aval. No obstante, por lo general, se puede decir que va a ser necesario siempre que el solicitante del préstamo hipotecario no cuente con un perfil lo suficientemente seguro para la entidad bancaria. En otras palabras, cuando quien solicita el préstamo no ofrezca las garantías suficientes a la entidad de que podrá devolver el dinero prestado y los intereses en tiempo y forma.

Con respecto a esto, los bancos suelen solicitar un aval para conceder una hipoteca en los siguientes casos:

  • Si no se tiene un contrato fijo.
  • Cuando el sueldo es demasiado bajo.
  • Si no se cuenta con unos ingresos estables y regulares (por ejemplo, ciertos autónomos).
  • Cuando quien solicita la hipoteca tiene una edad avanzada.
  • Cuando la cuota hipotecaria supondrá más del 40% de los ingresos del hipotecado.
  • Cuando la hipoteca sea mayor al 80% del precio de tasación de la vivienda que se va a adquirir.

En todas estas situaciones, es habitual que las entidades bancarias soliciten un aval antes de conceder la hipoteca. No obstante, cada banco puede presentar sus propios requisitos para la concesión del préstamo hipotecario. De hecho, las condiciones pueden variar de uno a otro. Es por este motivo que, resulta fundamental comparar hipotecas si se tiene pensado solicitar un préstamo de este tipo. La realidad es que las condiciones varían demasiado de un banco a otro, así como de un producto hipotecario a otro incluso en la misma entidad.

Los peligros de ser aval hipotecario

A pesar de que la figura se encuentra en desuso, la realidad es que no podemos olvidar los riesgos que supone ser avalista. Como decíamos unas líneas más arriba, el avalista asume un riesgo indirecto. El artículo 1911 del Código Civil es el que contempla la obligación del deudor de responder con sus bienes presentes y futuros de las deudas. Una obligación que atañe tanto al prestatario como a quien le respalda.

En definitiva, ser avalista significa ser solidariamente responsables de la deuda contraída por un tercero hasta el punto de responder con nóminas, pensiones hasta el mínimo inembargable, saldos, fondos de inversión, acciones, inmuebles, entre otros. Y durante toda la vida del préstamo, incluso si fallece el deudor.

Al momento de solicitar financiación, mientras mayores garantías de pago se aporten, mayores serán las opciones de concesión del préstamo. Los avales son una de las maneras para aumentar estas garantías de pago y que la operación de financiación llegue a buen término.

Ser avalista, por tanto, es una figura que entraña más riesgo de lo que se pudiera pensar. Aunque se podría entender como un acto generoso, la realidad es que supone una decisión con la que comprometer el patrimonio presente y futuro. 

Es muy importante tener en claro cuál será la duración del aval, ya que no se cancelará o se extinguirá hasta que no lo haga la obligación garantizada o principal de la persona avalada.

En los días previos a la firma del préstamo hipotecario, el avalista y el avalado deben reunirse con el notario. El notario se encargará de explicar que si el avalado no paga el préstamo, se le reclamará al avalista, que responderá con todos sus bienes, incluida su vivienda habitual.

¿Qué sucede si el avalista fallece?

Es importante aclarar que, si es el avalista quien fallece, la responsabilidad se mantiene y sus herederos deberán responder en caso de incumplimiento de pago por parte del prestatario. Es por este motivo que, los expertos recomiendan analizar cuidadosamente las consecuencias antes de tomar la decisión de avalar a otra persona.

Esta es otra cuestión muy importante a tener en cuenta antes de acceder a convertirse en avalista. La figura del avalista no desaparece cuando el avalista fallece. Ya que las obligaciones, según estipula el Código Civil en su artículo 1.156 no contemplan el fallecimiento como causa de extinción de la deuda. 

Por lo tanto, las obligaciones solo se extinguen por el pago, por la condonación de la deuda, por compensación de la deuda, por novación, por pérdida de la cosa debida o por la confusión de los derechos de acreedor y deudor. Entonces, la figura del avalista, en caso de fallecimiento, se transmite en herencia. Eso sí, siempre y cuando los herederos acepten la herencia. En este punto, es importante recordar que se hereda todo, tanto derechos, como obligaciones, siendo la figura del avalista una obligación adquirida. 

¿Cómo dejar de ser avalista?

La obligación se extingue en los casos que estipula el Código Civil en el artículo 1.156 como se ha mencionado. Por lo que dejar de ser avalista y dejar de formar parte de una operación de financiación queda en manos de la voluntad de la entidad financiera que concedió el préstamo

Para dejar de ser avalista hay dos opciones. La primera de ellas consiste en realizar una modificación de las condiciones del préstamo. Se trata de llevar a cabo una novación y eliminar la figura del avalista. La otra opción es realizar un cambio de avalistas, es decir, sustituir uno por otro. Eso sí, en ambas opciones será la entidad la que tenga la última palabra. Ya que eliminar avalistas implica eliminar garantías de que el dinero que la entidad prestó le será devuelto. Y eso es algo a lo que las entidades no suelen estar muy dispuestas.

¿Es posible limitar la responsabilidad de un avalista de hipoteca?

Para limitar la responsabilidad de impago existe la posibilidad de estipularlo en el contrato. A tal fin se deben establecer las cantidades, los intereses y las comisiones mínimos que se deben cubrir y que una vez pagadas exime al avalista del resto.

¿Hay préstamos que no necesitan aval?

La respuesta es sí, se trata de algunos préstamos, como el préstamo rápido o los micropréstamos, no requieren aval para su concesión. Por otro lado, en este tipo de productos la documentación requerida es mucho menor si los comparamos con un préstamo personal o hipoteca. Por lo general, se solicita el DNI, tu nómina o justificante de ingresos y una cuenta bancaria para hacerte el ingreso.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre ser aval hipotecario. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Las entidades bancarias, al momento de conceder préstamos hipotecarios, deben realizar ciertos estudios para estar al tanto de cuál es la situación económica de los clientes. De este modo podrán ofrecerles un tipo de préstamo hipotecario u otro, o incluso, declinar la solicitud, para dejar de lado la posibilidad de impagos.

Además de llevar a cabo dichos estudios, con el fin de asegurarse de que las personas que solicitan un préstamo hipotecario podrán hacer frente al pago de todas las mensualidades, muchas entidades requieren que sus clientes dispongan de avales o garantías. Esto es ideal para aquellas personas que tengan intenciones de comprar una segunda residencia sin necesidad de dedicar todos sus ahorros o bien, para personas que cuentan con una buena situación laboral pero no han tenido tiempo de ahorrar lo necesario para realizar la compra de una vivienda. Aquí te contaremos cuáles son las principales diferencias entre un aval y una garantía hipotecaria, además, te explicaremos cuál es mejor según el caso.

Diferencias entre aval y una garantía hipotecaria

Debido a que, como mencionamos más arriba, es ideal para personas jóvenes o para aquellos que deseen comprar una segunda residencia sin gastar sus ahorros. En estos casos, se requiere que los solicitantes cuenten con avales o garantías. Aquí van sus diferencias más notorias.

Aval hipotecario ¿De qué se trata?

Cuando hablamos de aval hipotecario nos referimos a un tipo de garantía que ofrece una persona, por medio de la cual se compromete con el hipotecado a abonar sus deudas, es decir, las cuotas mensuales del préstamo hipotecario, en caso de que el titular no pueda hacerlo. Para ello, el avalista por lo general ofrece su estabilidad laboral y económica como seguro de que las cuotas del préstamo hipotecario serán abonadas. En algunos casos, el avalista también puede responder con sus bienes, esto puede ser, por ejemplo, un inmueble en propiedad. Es por este motivo que, realmente se trata de un compromiso sumamente arriesgado, ya que si el cliente no paga las cuotas mensuales, el avalista se quedará sin su capital.

Los avales por lo general son usados cuando el importe del préstamo hipotecario es muy alto y el deudor no cuenta con las garantías necesarias para asegurar a la entidad bancaria el pago del préstamo hipotecario.

Garantía hipotecaria ¿De qué se trata?

La garantía hipotecaria, también llamada garantía adicional, es aquella por medio de la cual se entrega un bien específico, por lo general, suele ser un inmueble, como garantía en el caso de que el deudor deje de abonar las cuotas mensuales de su préstamo hipotecario. En algunos casos puede tratarse de la propiedad hipotecada en sí, por otro lado, en otros casos el deudor ofrece como amparo otro inmueble, generalmente libre de cargas, que tiene en su haber.

En otras palabras, la garantía hipotecaria implica un inmueble. Puede ser el hipotecado u otro que ya pertenecía al cliente previo a la concesión del préstamo hipotecario. La vivienda en cuestión sería embargada si se da el caso de que el deudor no pudiera hacer frente de manera continuada al pago de las cuotas mensuales de la hipoteca. 

Aval o garantía hipotecaria: ¿Qué es más conveniente?

Como ya hemos mencionado más arriba, el aval requiere de la existencia de un tercero. Dicha persona, se encargará de poner a disposición de la entidad bancaria todos sus bienes para garantizar que el hipotecado podrá hacer frente al pago de las cuotas mensuales del préstamo hipotecario. Si el hipotecado no paga sus cuotas, el avalista perderá todo lo que posea, motivo por el cual es considerado como un compromiso de alto riesgo.

Por otro lado, la garantía pone en riesgo una vivienda en propiedad del hipotecado, es decir, que no compromete ningún bien ajeno. Además, se trata de una solución que brinda más ventajas que la anterior. Ya que en estos casos, los clientes necesitan contar con una menor cantidad de dinero para la entrada, que por lo general suele tratarse del 20% del importe de la tasación de la vivienda, dado que la financiación se divide entre las dos viviendas. De modo que, el 80% suele ser para la nueva, mientras que el 20% restante es para el “inmueble garantía”, en otras palabras, las dos tienen responsabilidad hipotecaria.

La garantía adicional, también conocida como doble garantía, se encuentra principalmente recomendada para los más jóvenes. Esto se debe a que generalmente suelen tener una baja solvencia económica. También, se trata de una buena solución para personas que ya cuentan con una vivienda pagada y tienen la intención de adquirir otra sin tener que gastar todos sus ahorros. 

Resumen

En resumen, como hemos podido comprobar, la diferencia más importante que podemos encontrar entre un aval y una garantía hipotecaria es que en el primer caso el garante es un tercero, que compromete sus bienes, mientras que en el segundo es el mismo solicitante del préstamo hipotecario el que ofrece la doble garantía con su propio patrimonio.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre las diferencias entre  un aval y una garantía hipotecaria. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Desde Oi Real Estate queremos contarte sobre los principales riesgos que implica ser aval para hipotecas. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Al momento de alquilar una casa, de solicitar un préstamo o bien, una hipoteca, es muy común hacer uso de los avales como garantía de pago. De esta manera, en caso de que la persona avalada no puede hacer frente los costes, el avalista tendrá que asumir la deuda. Sin lugar a dudas, avalar a un hijo o bien, a un amigo puede significar grandes riesgos.

¿Qué significa ser aval para hipotecas?

Cuando hablamos de la palabra aval, nos referimos a una obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido, en caso de incumplimiento. Hoy en día, es muy común que los propietarios de las viviendas, a la hora de alquilarlas, o bien, la entidad bancaria en caso de hipotecas, soliciten un aval para lograr asegurar el pago. En algunos casos, esto implica un momento incómodo para los avalistas, ya que sienten que deben tener confianza plena en el solicitante, que por lo general, se trata de un familiar. Como posible avalista es necesario cubrirse las espaldas e informarse de manera adecuada. Es muy importante tener en cuenta algunos factores.

Puntos a tener en cuenta para ser aval para hipotecas

Aquí te detallaremos algunos puntos clave que debes tener en cuenta:

Contratar el seguro de hogar

Un seguro de hogar es un mecanismo que sirve para proteger una vivienda ante cualquier posible inconveniente, esto abarca desde una gotera hasta un robo. Es de ayuda para evitar que haya que hacer frente a gastos imprevistos, y a menudo bastante altos, que desequilibren el presupuesto e impacten en la salud financiera de la familia. Lo más aconsejable es asegurar la vivienda. Por otro lado, también es recomendable revisar de manera periódica si la póliza contratada logra ajustarse realmente a las necesidades y capacidad de pago.

Ser aval para hipotecas solo si podemos afrontar la deuda avalada

Avalar solo si estamos realmente seguros de que podemos afrontar la deuda avalada es fundamental. Como posible avalista, debemos tener en claro cuáles son los riesgos, ya que supone los mismos que solicitar un préstamo hipotecario pero sin ningún tipo de beneficio. Si se tiene intención de avalar a un hijo, por ejemplo, es fundamental conocer los detalles de lo que nos pide o, en todo caso, lo que pide la entidad bancaria o propietario del inmueble.

Ten en cuenta que, mientras más se conozca sobre el tema, mejor. Al tener en claro qué es necesario y estar al tanto de los detalles, el avalista contará con mayor información para decidir avalar a un tercero. Estos solo serán algunos de los puntos que señalarían que realmente somos capaces de asumir la obligación que nace del aval.

Debes conocer a la persona avalada y cuál es su solvencia

Es común que se hable demasiado del avalista pero prácticamente nada del solicitante. Para poder cumplir con el aval, el avalista tendrá que contar con unos ingresos más elevados que los del solicitante. No obstante, por parte del avalista, es fundamental tener en claro cuáles son los ingresos de la persona a la que está avalando.

Es por este motivo que resulta necesario conocer su solvencia económica y saber si se trata de una persona que es capaz de cumplir con la obligación de pago. No importa si se trata de un familiar o un amigo, cuando hablamos de ser aval para hipotecas, las palabras no valen como garantía de pago. En definitiva, la realidad es que es tan importante saber las condiciones económicas del solicitante como las del avalista.

Asegúrate de que el solicitante te brinde una muestra de compromiso

En necesario asegurarse del compromiso del solicitante con la obligación de pago del préstamo hipotecario del inmueble. Este punto puede llegar a ser incluso más importante que su propia solvencia. Una manera interesante para medir el nivel de compromiso del titular del préstamo es que éste aporte fondos propios, por ejemplo puede ser el porcentaje de una cifra o bien, una vivienda particular como seña. De esta forma es posible prevenir futuros problemas en el caso de que el solicitante se canse de la vivienda e incumpla el pago, lo que daría lugar a situaciones económicamente controvertidas que romperían la confianza que existe entre avalista y avalado. Por otro lado, también daría lugar a la reclamación al avalista de la deuda pendiente.

En primer lugar, la seguridad

Otro punto fundamental para ser aval para hipotecas es estar completamente seguro de la acción que vamos a llevar a cabo. Probablemente, se trate del primer paso para ayudar a alguien de tu entorno que lo requiera. Es fundamental leer detalladamente las condiciones, tener en claro cuáles son las ventajas y los puntos en contra, además de conocer cada una de las opciones que brinda cada solicitud que se firma. Ten en cuenta que, más allá de lo mucho que se quiera a la familia y amigos, debes informarte muy bien en este tipo de operaciones. Esto será vital tanto para los ahorros como para el futuro de los avalistas.

¿Qué riesgos implica ser aval para hipotecas?

El avalista tendrá responder en el caso de impago, siempre que no se haya limitado la responsabilidad del mismo en el contrato de préstamo hipotecario.

Al avalista se le aplicará el principio de responsabilidad patrimonial universal, que se encuentra regulado por el Código Civil, lo que significa que pondrá en juego todos sus bienes presentes y futuros para lograr cumplir con las obligaciones de pago del avalado. Esto significa que, al aceptar ser avalista de un préstamo hipotecario asumimos un gran riesgo, ya que si la deuda no se llega a pagar éste deberá con todo su patrimonio.

Por otro lado, la deuda que está garantizando el avalista aparecerá en su CIRBE, esto limitará sus posibilidades de obtener financiación nueva. En último lugar, si ni titular ni avalistas cumplen con las obligaciones de pago, ambos pasarán a figurar en bases de datos de morosidad, lo que no permitirá que logren obtener más financiación.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre los riesgos de ser aval para hipotecas. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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