El 23 de junio de 2016, los británicos aprobaron por estrecho margen el desvincularse de la Unión Europea. En 2016, el brexit ha sido probablemente el evento que más impacto tuvo sobre el mercado inmobiliario en la zona de Marbella, la Costa del Sol, la provincia de Málaga y en España en general.
El cómo va a afectar el fenómeno brexit a las compraventas de viviendas y al alquiler de viviendas turísticas en el sector inmobiliario de la Costa del Sol y su provincia es, aún hoy y transcurrido más de un año de la votación, una incógnita. Por otro lado, las noticias y opiniones de los expertos que se reciben desde los medios de comunicación son en algunas ocasiones contradictorias, despejándose de este modo, a duras penas, las incertidumbres.
En el blog de OI Realtor venimos analizando las posibles consecuencias que la salida del Reino Unido de la Unión Europea puede tener en el sector inmobiliario: desde la oportunidad de negocio que puede suponer para capitales como Madrid y Barcelona el brexit inmobiliario ante posibilidad de atraer multinacionales y de crear sinergias por la gran cantidad de oficinas disponibles y el soporte al traslado de la Agencia Europea del Medicamento a los efectos que tiene el brexit inmobiliario en España y el Reino Unido, pasando por las consecuencias del brexit para grandes patrimonios, empresas y profesionales globales o el frenazo de la demanda inmobiliaria del mercado británico tras el brexit son sólo algunos ejemplos.
Las expectativas positivas
La empresa pública de la Diputación Provincial de Málaga, nacida de la fusión de la Sociedad de Planificación y Desarrollo, SOPDE y del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, para promocionar la provincia como destino turístico y apoyar el crecimiento de la economía, -diseñando y ejecutando proyectos al servicio de empresas privadas y entidades públicas- Turismo y Planificación Costa del Sol, ha realizado un balance para ver si Málaga se había visto afectada de alguna forma en el aspecto turístico.
Según el director general de Turismo Costa del Sol, Arturo Bernal, los números “no hacen más que crecer” en cuanto a llegada de turistas británicos a la Costa del Sol se refiere. “De momento, en lo que llevamos de año, el número de turistas alojados en hoteles y apartamentos de la provincia malagueña se ha incrementado en un 7,2%.
A pesar de este dato, Bernal advierte que desde la empresa pública que dirige “debemos estar atentos, vigilantes, y anticipar en lo posible acciones de todo tipo”. Por ello que, desde este organismo, se hayan planteado llevar a cabo hasta una quincena de acciones promocionales –Famtrips, presstrips, asistencias a ferias en el Reino Unido, campañas de marketing, eventos puerta a puerta o workshops- destinadas exclusivamente al mercado británico.
Por otro lado, no son pocos los expertos que aseguran que, aunque los efectos del brexit son aún un misterio, éste no influirá en la compra de viviendas destinadas al turismo residencial en Marbella y en la Costa del Sol, pudiendo volverse a una situación similar a la que se tenía anterior al Tratado que sustentó los pilares de la Unión como la libre circulación: el de Maastricht, rubricado en 1992.
El turismo residencial es una modalidad de la actividad inmobiliaria que, desarrollada en mayor medida en Marbella y en el resto de la provincia malagueña a partir de los años 90, arrancó sin embargo en los años 70 del siglo XX al haber una eclosión de ciudadanos de Oriente Medio que decidieron invertir en el ladrillo.
Para el letrado especializado en extranjería, Ricardo Bocanegra, el turismo residencial – segmento y pilar básico en la Costa del Sol y la provincia de Málaga “al depender los restantes sectores de él”- es la modalidad mediante la cual los inversores, principalmente extranjeros, compran una vivienda en la Costa del Sol para pasar largas temporadas,” suponiendo esta inversión una generación de riqueza al, posteriormente, pagar sus impuestos y adquirir muebles, coches además de alimentar el sector servicios.
Según Bocanegra, tras la crisis económica de 2007, en los últimos años a partir de 2015 y con el objetivo de obtener el permiso de residencia, el sector experimenta un repunte con un “aumento notable” de la demanda de villas y grandes pisos de lujo que superan los dos o tres millones de euros y las viviendas que superan los 500.000 euros en detrimento de la típica casa de 300.000 euros.
Las visiones menos optimistas
Por su parte, la secretaria general de la Asociación provincial de Constructores y Promotores (SACP) de Málaga, Violeta Aragón Correa, asegura que lo que pasa a nivel nacional “lo estamos percibiendo aún más claramente en Málaga. Las compras de británicos, que son tradicionalmente nuestros mejores clientes extranjeros, están disminuyendo”.
En localidades con mucha población británica como Mijas, Benalmádena y Marbella son los municipios donde más se siente la incertidumbre de los británicos con respecto a sus seguros médicos, sus pensiones o sus trabajos. La secretaria general de SACP afirma que, incluso “algunos de los que habían formalizado algún tipo de reserva, están dando marcha atrás”, cancelando sus transacciones.
Otra voz experta a tener en cuenta es la del profesor titular de Economía financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana. Haciéndose eco de los datos ofrecidos por los registradores de la propiedad, Gay de Liébana se refiere a la relación del mercado inmobiliario con respecto al cliente británico destacando la bajada experimentada ya que el inversor inglés “ha protagonizado el 20% tradicional de las compras y, este año, ya está en el 14%”.
Sin embargo, el cofundador y jefe de estudios del Idealista, Fernando Encinar, ve difícil que este descenso suponga una nueva crisis inmobiliaria en la zona ya que ve “muy poco probable” que aquellos británicos que han vivido durante años en estas zonas costeras vendan sus propiedades “por la presión a la baja de la libra” y vuelvan a casa. “En cualquier caso, y aunque el brexit está influyendo ya en el descenso en la venta de viviendas a ingleses, las compras de propiedades por parte de otras nacionalidades, como los alemanes y franceses, están creciendo, compensando la caída británica.